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miércoles, noviembre 06, 2013

Gobierno S.A.

¿Todavía piensas que quienes nos gobiernan son unos políticos a los que votamos cada cuatro años? No. Esos son solo la parte visible de los que de verdad mandan, las marionetas que se nos ofrecen a los mortales para que nos entretengamos, los cabezas de turco a los que queremos linchar mientras los verdaderos mandamases fuman sus puros tranquilamente. Porque quienes de verdad gobiernan, quienes de verdad deciden sobre todas las políticas son las grandes compañías.

Y si no me crees, hay una reciente ley que lo demuestra casi sin lugar a dudas. Voy a poner un caso y después te hago una o dos preguntas.

Supongamos que te construyes una casita en el campo con todos los requisitos legales habidos y por haber. Como está en una zona despejada y luminosa, te instalas unas placas solares que te permiten generar la suficiente energía eléctrica para autoabastecerte, incluso te sobra una poquita que puedes dar a la red general. Estás feliz como una perdiz con tu decisión y tu autoconsumo. Se acabaron las enormes facturas de la luz.

Ahora la pregunta: ¿qué haría un gobierno que gobierna para la gente? Probablemente te daría una palmadita en la espalda y te diría: genial, eres un ahorrador, lo que hace falta en estos momentos. Y encima no contaminas. Y encima das energía a la red general. Como lo haces tan bien, te vamos a pagar esa energía que te sobra. Te pagaremos poco, que somos gobierno y tampoco vamos a ir ahora de santos, pero algo te daremos, ¿vale?

Es algo que parece lógico. Ahora otra pregunta: ¿qué haría un gobierno que gobierna para las grandes compañías? Te diría: eh, ¿qué haces, insensato? Vas a dejar de pagar dinero a las compañías eléctricas, como haya mucha gente más como tú, van a dejar de ingresar millonadas de euros cada segundo. ¿Qué eres, un puto revolucionario? Y encima tienes la desfachatez de enviar energía a la red, ¿para qué? ¿Para abaratar la factura a otros usuarios? Nada, nada. Esto no se puede permitir. Te lo prohibo terminantemente.

Pero entonces las grandes compañías llaman al gobierno: "A ver, chavalito, no andes prohibiendo, que se nos va a ver demasiado el plumero. Ponles un impuesto que te cagas a esos listillos, y ya está. Verás cómo se les quitan las ganas de andar autoconsumiendo y siguen pagándonos a nosotros, que es lo que hay que hacer, hombre".

Así que el gobierno que gobierna para las grandes compañías, pasa de sus ciudadanos y planta un impuesto al sol y al viento.

Es algo que viene sólo de este verano, pero así seguimos.

Hasta que reventemos.

domingo, noviembre 03, 2013

Confesiones de domingo

Este fin de semana se está reponiendo en los Kinépolis una película que para muchos es mítica: Los Goonies. Pues bien, voy a aprovechar para dar un paso adelante, dejar de esconderme y confesar una verdad casi inconfesable: fui a ver Los Goonies al cine cuando la estrenaron y... ¡me pareció una patochada!
Lo siento. Era muy joven (aunque no tanto). Era incapaz de hacer un análisis de guión, de personajes, de comparativa con otras aportaciones al género juvenil. Solo sé que entré al cine de mi pueblo, la vi y pensé (lo recuerdo meridianamente bien): "pues no sé en qué se diferencia de una película de Parchís".
Puede ser que los dieciséis años que yo tenía no fuera la edad apropiada, que me pillara un poco a desmano. Sea como sea, es lo que pensé. 
Ahora que ya peino canas (las que me van quedando), oigo tanta exaltación a mi alrededor sobre esta película que nunca me he atrevido a decir la verdad, pero no podía más, me quemaba en mi interior. No podía seguir disimulando.
Los Goonies es una tontada. Ea, ya lo he dicho.

Y ahora, crucificadme si queréis.