Apitiké

Apitiké
Nuevo servicio para escritores

martes, mayo 25, 2010

Listados De Cine

Desde hace ya algún tiempo, TCM tiene un nuevo blog con un título muy clarito: Decine. Como su nombre indica, la cosa va de gastronomía... no, claro que no.

El blog lo escribe Nuria Verde, redactora de Cámara Abierta 2.0, nominada a un Goya y amiga. Y os aconsejo que os hagáis asiduos porque sus artículos merecen mucho la pena y siempre pide la participación de los lectores. Para que no lo perdáis de vista, lo enlazo a la izquierda ipso facto.

Así que... ya estáis tardando.

lunes, mayo 24, 2010

Al otro lado de la pantalla

Los asiduos de este blog ya sabéis que soy guionista, pero pronto podréis verme dando el salto. ¿A la dirección? Nada de eso, que hay que currar mucho y levantarse temprano.

Los que estéis por Bilbao y asistáis a Caóstica podréis ver el inicio de mi carrera interpretativa en un brevísimo papel dentro del corto Robot de David Moreno.

El final de Lost

No sigo la serie Lost, pero como hoy todo el mundo habla sobre su final, pues yo pongo este título en el post para que la gente me visite, je je. Y además de eso, aprovecho para enlazaros un post mío sobre el final de otra serie mítica: Los Soprano.

miércoles, mayo 19, 2010

Cuestión de piel

¿Pensáis que Antonio Bandera es blanco? Pues no. Como tampoco lo son John Leguizamo o Marc Anthony. Me he enterado de esto leyendo La vida fácil, la última novela de Richard Price. Sobre la novela, simplemente decir que está bastante bien, pero mejor no leáis los comentarios exageradamente alabadores que vienen en la solapa, porque entonces os parecerá -como a mí- que tampoco es para tanto.

A lo que íbamos, según este señor, Antonio Banderas no es blanco. Sólo tenéis que leer este trocito (puede considerarse un pequeño spoiler, pero no importa mucho porque no es una novela donde importe demasiado qué va a pasar, sino cómo reaccionan los personajes a lo que pasa).

Cuando aparecieron las seis caras que componían la Hora de la Verdad, Eric miró la pantalla; luego se echó hacia atrás, confuso.
-¿Esto es una broma o qué?
La pantalla mostraba las fotos retocadas a modo de ficha policial: de Jaz-Z, Jonh Leguizamo, Antonio Banderas, Huey Newton, Jermaine Jackson y Marc Anthony.
-¿Qué es esto?
-Esto es una serie que has visto hace cinco minutos y no has dicho ni mu.
-¿Qué? No.
-Sí.
-Es lo más racista que he visto en mi vida- dijo él, desesperado.
-Bueno, no - replicó ella amablemente-. También tenemos de blancos.


Aquí están las fotos (Jaz-Z no sé quién es y no lo he puesto).




miércoles, mayo 12, 2010

Adiós, Ozores

Otro adiós. Un hombre prolífico y volcado en la profesión, un estilo propio e inconfundible. Hasta siempre.

martes, mayo 11, 2010

Terror adolescente

¿Os acordáis de New Kids on the block? ¿O de Take that? ¿O de Backstreet Boys? ¿Conocéis a los Jonas Brothers? Ninguno de esos grupos de adolescentes tiene nada que hacer. Pronto caerán en el olvido porque desde Rusia (o eso creo) llega un nuevo grupo juvenil, cuatro jóvenes que harán gritar a las adolescentes como nunca antes lo han hecho. Se hacen llamar Steklovata.
Sin desperdicio.

sábado, mayo 08, 2010

¿Comedia alemana?

Ayer vi Im Juli. Había oído hablar bastante bien de esta película, y la verdad es que no entiendo por qué. Me pareció una película que se podría haber hecho en los ochenta. Vamos, creo que se hicieron muchas por el estilo. Pero... ¿en el 2000?

La película parte de la premisa clásica "tipo mediocre que se ve de pronto inmerso en una aventura por culpa de una mujer alocada". Un tema que ha dado películas como Jo, que noche, Algo salvaje o La fiera de mi niña. Lo malo es que Im Juli no me hizo reír ni una sola vez. ¿Por qué? Porque los personajes no están definidos y no actúan movidos por las circunstancias, sino movidos claramente por la mano del guión. Hacen o dejan de hacer cosas porque sí, porque viene bien que lo hagan. No hay nada que nos haga creer que un personaje está enamorado del otro. Y hay muchos chistes forzados que no funcionan porque se ven exagerados. La misma voluntad estética de hacer algo pretendidamente poético u onírico provoca momentos de verdadero ridículo cinematográfico.

No sé, tal vez mi reacción sólo se deba a que esperaba mucho más, pero me parece que después de esto seguiré creyendo que "comedia alemana" es un oxímoron (con las lógicas excepciones a toda regla).

jueves, mayo 06, 2010

Basado en hechos ficticios

Barcelona y Baltimore tienen algo en común. La pista, en la foto (y una pista extra si pulsas sobre la palabra Barcelona).

Has respondido bien: las dos empiezan por B.

De la cabeza al papel

Yo pertenezco a la generación que creció sin ordenador y, si me apuras, casi sin máquina de escribir. La primera que entró en mi casa fue una de esas Olivetti Lettera portátiles, de plástico blanco y teclas negras que se dejaban entrelazadas las letras cuando apretabas más de dos a la vez.

En la facultad, tampoco usé el ordenador. Siempre escribía todo a mano, lo tachaba en páginas emborronadas, escribía en los márgenes y sólo me iba a la máquina cuando ya todo estaba listo para “pasarse a limpio”.

Por eso, durante mucho tiempo tenía asociado el acto creativo, el momento más íntimo de la escritura, con la mano. Todos los pensamientos fluían directamente del cerebro al papel a través de un bolígrafo, en contacto físico y directo con las palabras.

Cuando comencé a usar el ordenador habitualmente (y hablo ya del año 93 ó 94) la herramienta simplemente me facilitaba el trabajo, pero no me servía como elemento creativo. Antes de teclear en la pantalla, tenía que haber escrito algo a mano. Era totalmente incapaz de escribir directamente en el programa informático. Incluso guardo por ahí algún guión escrito completamente a mano.

Poco a poco, fui desterrando el bolígrafo del acto creativo. A veces tenía que volver a él cuando me atascaba, y funcionaba. Pero estas veces cada vez se repetían con menos frecuencia (no porque me atascara menos, sino porque volver al bolígrafo perdió su efectividad).

Y ahora, es raro que comience a escribir algo a mano. Obviamente tomo notas y apunto ideas, pero cuando me decido a escribir algo de la nada, abro un documento de Word, le doy un nombre tipo: “La Casa Encantada apuntes” y tecleo directamente todo lo que se me va viniendo a la cabeza. Puedo abrir tres, cuatro, cinco documentos diferentes con ideas, notas, pre-sinopsis, esquemas, documentación cortada y pegada desde páginas de internet y muchas cosas más antes de tener claro por dónde quiero ir. Pero ya no lo hago a mano. Los documentos quedan guardados en el ordenador. Lo normal es que ni vuelva a echar un vistazo a la mayoría de ellos, pero han sido muy útiles en el proceso y sin ellos probablemente no habría llegado a nada.

Ahora, cuando intento escribir a mano, me siento torpe y lento. Y rápidamente echo de menos un teclado.