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domingo, mayo 27, 2007

Arroz a la sartén con espárragos, champiñones y marisco

Ayer, mientras cocinaba un arroz, me dije: "esto puedo ponerlo en el blog, que hace ya un tiempecito que no cuelgo recetas". Y aquí la tenéis. Al no tener paella (los puretas llaman paella al recipiente y paellera a la señora que hace el arroz), lo hice en una sartén grande, y quedó muy bueno, todo hay que decirlo. La receta es para cuatro personas con buen saque.

Para empezar, hacemos un sofrito con una cebolla entera picada, tres dientes de ajo en láminas y un pimiento verde picado. Cuando se ha pochado un poco, añadimos medio manojo de espárragos verdes troceados y un buen puñado de habas frescas (yo las añadí congeladas). Damos también un tiempo para que se cocine y añadimos un tomate pelado y muy picado. Volvemos a dar unas vueltecitas y cuando vemos que ya casi está hecho, añadimos un cuarto de champiñones cortados en láminas (frescos, no de esos de lata, que no saben a nada) y ciento cincuenta gramos de anillas de calamar cotadas en trocitos. Ah, y este puede ser buen momento para añadir sal al gusto de cada cual.

Cuando el champiñón está listo (se ve por el color) y su agua se evapora un poco, ya tenemos la base lista. Lo bueno de esto es que podemos preparar esa base por la mañana temprano y dejar el resto para hacerlo justo antes de la hora de comer. Pero bueno, también se puede cocinar todo seguido, como hice yo.

Después añadimos un cuarto de kilo de almejas y esperamos a que abran. Entonces es el momento de añadir el arroz. Un par de puñados por persona y un puñadito más de regalo (mejor que sobre que no que falte, ¿no?). Lo mezclamos todo y añadimos el preciado líquido. Digo esto porque yo no añadí agua, sino que había reservado el caldo que soltaron dos kilos de mejillones que había preparado unos días antes. Ese caldo da un sabor muy rico al arroz, pero bueno, si no se tiene, se echa agua mezclada con un poco de vino blanco. Añadimos entonces también unos cuantos mejillones y cuando empieza a hervir, un cuarto de gambas.

Y ya está, lo único que hay que hacer ahora es dejarlo hervir a fuego más bien lento y esperando a que el líquido se vaya evaporando. La cosa debe tardar unos veinte minutos más o menos. Pero lo mejor es ir probando el arror y retirarlo del fuego cuando creamos que está a nuestro gusto de dureza. Aquí está el arroz a punto de ser retirado del fuego:

Una vez que lo retiramos, lo dejamos reposar unos instantes... ¡y a comer! Cuando hice la foto al plato, ya había metido varias veces el tenedor, y os puedo asegurar que me quedó riquísimo.

P.S.: Si le dais a ampliar la foto de las gambas, calamares, almejas y mejillones crudos, veréis que las gambas están con cabeza, pero peladas. A mí me gusta pelarlas en crudo, porque después resulta mucho más fácil de comer. Y les dejo la cabeza porque sueltan su saborcito. Ah, y me olvidé que también eché unas hebras de azafrán.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué buena pinta tiene!, y es bastante fácil. Yo en cuanto tenga tiempo (que estoy con los finales...) voy a probar a hacerlo.

Provinciana dijo...

deberia estar prohibido colgar fotos de un arroz asi.....virgen santa!!!q aspecto!! es q se derrite uno!

Carmen dijo...

Buena pinta tiene Antonio..pero menudo mezcladillo!!

Yo como pureta te digo que tanto el contenido como el recipiente reciben en nombre de paella..y en ella puedes diversos tipos de paella o fideuá.

El arroz que has hecho podrá llevar el título de " mar y monte", porque has mezclado productos del mar..y de la tierra.

A mi, de todas formas, no me gusta poner pimiento en los arroces porque creo que mata el sabor...

Saluditos desde la tierra de la paella!

Leebraz dijo...

Looking at the pics alone made me gain 2 pounds. Now I'll have to look at pics of treadmills for a while to lose it. Thank you...